Ser prioridad es ponerse primero, es quererse y valorarse a uno mismo

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Ser egoísta no esta bien visto, sin embargo es clave para despertar la consciencia.

 

Ser la prioridad de tu vida

Ser prioridad es algo que muchas personas anhelan en sus relaciones personales y en su vida en general. La psicóloga y escritora Miriam Diaz Aroca ha explorado ampliamente el tema de ser prioridad y ofrece valiosas perspectivas sobre lo que esto significa y cómo podemos lograrlo.

Según Díaz Aroca, ser prioridad implica que alguien o algo ocupa un lugar central en nuestras vidas. Esta persona o cosa es considerada de alta importancia y se le dedica tiempo, energía y recursos. Ser prioridad puede manifestarse en diferentes ámbitos de nuestras vidas, como en nuestras relaciones personales, en nuestro trabajo o en nuestros intereses y pasatiempos.

En las relaciones personales, ser prioridad significa que la otra persona se preocupa por nosotros y nos valora lo suficiente como para dedicarnos tiempo y atención. Esto puede incluir escuchar nuestras preocupaciones y necesidades, estar presentes en momentos importantes y apoyarnos en nuestros proyectos y metas.

En el ámbito laboral, ser prioridad puede implicar que nuestros superiores y compañeros de trabajo reconocen nuestra contribución y nos dan la oportunidad de crecer y desarrollarnos profesionalmente. También puede significar que tenemos un equilibrio saludable entre nuestra vida laboral y personal, lo que nos permite dedicar tiempo y atención a nuestras relaciones personales y a nosotros mismos.

En última instancia, ser prioridad significa que nos valoramos lo suficiente como para establecer límites y dedicar tiempo y energía a lo que realmente importa en nuestra vida. Esto puede requerir una evaluación honesta de nuestras prioridades y un compromiso para hacer cambios en nuestra vida que reflejen estas prioridades.

En resumen, ser prioridad implica que alguien o algo ocupa un lugar central en nuestras vidas y se le dedica tiempo, energía y recursos. Ya sea en nuestras relaciones personales, en nuestro trabajo o en nuestros intereses y pasatiempos, ser prioridad es una señal de que nos valoramos lo suficiente como para establecer límites y dedicar tiempo y atención a lo que realmente importa en nuestra vida. Si deseas ser prioridad en tu vida o en tus relaciones, es importante evaluar tus prioridades y comprometerte a hacer cambios para reflejarlas en tu vida cotidiana.

Ser prioridad significa ser egoísta aunque este mal visto por a sociedad

Es cierto que en la sociedad actual, a menudo se ve mal ser egoísta y se valora más el altruismo y la generosidad. Sin embargo, es importante recordar que el cuidado propio es esencial para mantener una buena salud mental y emocional.

Ser egoísta no significa necesariamente ser una mala persona, sino simplemente priorizar nuestras propias necesidades y bienestar. Siempre y cuando no dañemos a otros para conseguir lo que queremos, no hay nada malo en poner nuestros intereses en primer lugar de vez en cuando.

Es importante encontrar un equilibrio entre cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a los demás. Podemos hacer esto estableciendo límites saludables, comunicándonos de manera efectiva y aprendiendo a decir “no” cuando es necesario.

En resumidas cuentas, ser egoísta en ocasiones puede ser necesario para nuestro bienestar personal, pero siempre debemos tener en cuenta cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás y encontrar un equilibrio saludable entre nuestros propios intereses y los intereses de los demás.

Cuando uno es egoísta y cuida de si mismo, cuando consigue estar en paz, paradójicamente comienza a cultivar la generosidad con los demás

Cuando uno se cuida a sí mismo y se enfoca en su propio bienestar, puede desarrollar una mayor compasión y empatía hacia los demás. Al estar en paz consigo mismo, uno puede sentirse más feliz, confiado y satisfecho, lo que puede generar una actitud más positiva hacia la vida y hacia las personas que nos rodean.

Además, cuando estamos en un buen estado mental y emocional, estamos en una mejor posición para ayudar a los demás de manera efectiva. Si nos sentimos abrumados, estresados o agotados, es más difícil ser generoso con los demás. En cambio, cuando nos cuidamos a nosotros mismos y nos sentimos bien, podemos ofrecer nuestra ayuda y apoyo a los demás de manera más significativa.

En resumen, cultivar el cuidado propio y la generosidad son dos aspectos importantes de nuestra vida, y ambos se pueden fomentar al mismo tiempo. Al cuidarnos a nosotros mismos, podemos desarrollar una mayor compasión y empatía hacia los demás, lo que a su vez nos hace más propensos a ser generosos y serviciales en nuestras relaciones con los demás.

Cuando cambias, todo cambia

Una invitación a reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones y decisiones tienen en nuestro entorno y en las personas que nos rodean

Cuando tomamos la decisión de hacer un cambio en nuestra vida, ya sea en nuestro comportamiento, actitud o estilo de vida, este cambio no solo afecta a nosotros mismos, sino también a las personas y situaciones que nos rodean. Es decir, nuestras acciones y decisiones tienen un efecto dominó en nuestro entorno y pueden influir positiva o negativamente en los demás.

Ya lo dojo Krishnamurti

Krishnamurti, el renombrado filósofo y escritor indio, afirmaba que el poder de la transformación personal puede tener un efecto dominó en nuestra vida y en las personas que nos rodean. Su famosa frase “si tú cambias, todo cambia” encierra una profunda verdad sobre la importancia de la transformación personal y su impacto en el mundo que nos rodea.

El proceso de transformación personal comienza con la toma de conciencia y la aceptación de la necesidad de cambios en nuestra vida. A partir de ahí, podemos explorar nuestras creencias, pensamientos y emociones, y comenzar a trabajar en aquellos aspectos que nos impiden alcanzar nuestro potencial máximo. Según Krishnamurti, la libertad es esencial para el crecimiento personal, lo que nos permite explorar y descubrir nuestra verdadera naturaleza y vivir con más autenticidad y plenitud.

Al cambiar nuestra manera de pensar, de actuar y de relacionarnos con los demás, podemos generar un efecto positivo en nuestro entorno y contribuir a la creación de una sociedad más justa, armoniosa y amorosa. La transformación personal es posible y tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Como dijo Krishnamurti: “No cambies el mundo, cambia tú mismo. Al cambiar a ti mismo, cambiarás automáticamente tu entorno”.

Ser prioridad y despertar

Según la psicóloga y escritora Miriam Díaz Aroca, el despertar de la conciencia comienza cuando nos damos cuenta de que hemos estado viviendo en piloto automático y sin priorizarnos a nosotros mismos. Ser prioridad en la vida implica tomar decisiones conscientes y deliberadas sobre cómo queremos vivir y qué es importante para nosotros.

Cuando nos ponemos a nosotros mismos en primer lugar, comenzamos a reconocer nuestras verdaderas necesidades y deseos. Esto nos permite tomar medidas para satisfacer esas necesidades y lograr nuestros objetivos. Al hacerlo, nos sentimos más empoderados y podemos vivir una vida más significativa y satisfactoria.

Ser prioridad también nos permite establecer límites saludables y decir “no” cuando es necesario. Esto nos ayuda a evitar la sobrecarga y el agotamiento, lo que puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y física. Al poner nuestras necesidades en primer lugar, también podemos ser más efectivos en nuestras relaciones y en nuestra capacidad para ayudar a los demás.

En resumen, ser prioridad en la vida es esencial para el despertar de la conciencia. Al hacerlo, nos conectamos con nuestras verdaderas necesidades y deseos, establecemos límites saludables y nos permitimos vivir una vida más significativa y satisfactoria.

No te creas nada de lo que acabas de leer, piensa por ti mismo.

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