Meditación con Alejandra Vallejo-Nágera en el WAKE UP DAY: Un viaje hacia la calma y la presencia

La participación de Alejandra Vallejo-Nágera en el Wake Up Day fue uno de los momentos más inspiradores del evento. Psicóloga, escritora y divulgadora, Alejandra ha dedicado años a profundizar en el bienestar emocional, la conexión interior y el acompañamiento consciente. Su meditación guiada se transformó en un espacio colectivo de serenidad que ayudó a los asistentes a reconectar consigo mismos desde un lugar de presencia y calma.

Un encuentro para volver al centro

Desde los primeros minutos, Alejandra invitó a los participantes a realizar un gesto sencillo pero poderoso: pausar, respirar y regresar al propio centro. Su enfoque combina tradición meditativa, sensibilidad emocional y una mirada compasiva hacia la experiencia humana.

A través de su guía, los asistentes pudieron:

• Relajar el cuerpo de forma progresiva.

• Observar la respiración sin forzarla.

• Reconectar con la sensación de estar presentes “aquí y ahora”.

• Permitir que la mente se aquietara de manera suave y natural.

Su voz pausada y su manera cercana de acompañar generaron un ambiente seguro y confortable, ideal tanto para personas con experiencia meditativa como para quienes se iniciaban por primera vez.

De la presencia individual a la unión colectiva

Uno de los aspectos más significativos de la meditación fue el énfasis en la conexión con los demás. Alejandra propuso expandir la calma interna hacia quienes estaban alrededor, recordando que la meditación no es solo un viaje individual, sino también una forma de crear un espacio compartido de armonía.

Este enfoque resonó profundamente con el espíritu del Wake Up Day: cultivar conciencia personal para construir conciencia colectiva. A través de la respiración y la atención plena, los participantes experimentaron la sensación de formar parte de una comunidad unida por la misma intención: despertar, crecer y generar paz.

Una invitación a llevar la calma a la vida diaria

La sesión concluyó con un retorno suave al cuerpo físico, animando a los asistentes a mover los hombros, estirar la columna y abrir los ojos poco a poco. Alejandra cerró con un mensaje claro: la meditación no termina al finalizar la práctica, sino que se convierte en una herramienta para vivir con más serenidad, presencia y amor en el día a día.

Su participación en el Wake Up Day fue una demostración más de su capacidad para acompañar procesos internos con sensibilidad, claridad y propósito. Una experiencia transformadora que dejó huella en todos los que estuvieron presentes.

No te creas lo que acabas de ver, piensa por ti mismo y despierta.
Wake Up!